Producción porcina en Argentina, entre luces y sombras, por Jorge Brunori

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El sector porcino de Argentina ha tenido en los últimos años un crecimiento constante, que se tradujo en una producción de carne de cerdo.

El sector porcino de Argentina ha tenido en los últimos años un crecimiento constante, que se tradujo en una producción de carne de cerdo que en el año 2017 alcanzó las 566 mil tn de carne, con más de 6 millones de cerdos faenados (Anuario 2017. Minagri). Estas cifras marcan un crecimiento con respecto a los valores que se obtenían al comienzo de la década del 90 de más del 350 %. Sin duda que el motor de este crecimiento lo constituyó el consumo de carne de cerdo que en la Argentina ha crecido de los 5 a 6 kg. históricos a más de 15 kg habitante año en la actualidad, constituyendo a la carne de cerdo como la 3° en la preferencia de los argentinos, con una participación del 14% del consumo total  de carne habitante año en el país (Informe Asoc. Argentina de Productores Porcinos. 2018).

 

Una carne federal, producir cerdo en Argentina ya no es patrimonio exclusivo de las provincias del centro del país (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe), región de la Pampa húmeda núcleo agrícola del país, que si bien todavía conservan  más del 65 % de las 5 millones 120 mil cabezas que constituyen el stock porcino nacional, en los últimos años se ha visto un crecimiento de la actividad en las provincias del norte del país alcanzando actualmente en su conjunto el 27 % del stock.

Este crecimiento en las provincias del norte de la Argentina se ha debido al  desplazamiento de la frontera agrícola, transformando al cerdo en estas regiones  en una alternativa de convertir el grano en carne de cerdo, lejos de los puertos. Esta oportunidad se potencia  por el hecho de que en estas provincias el consumo de carne de cerdo ha aumentado considerablemente en los últimos años, algo similar ocurre en regiones como la zona de Cuyo y la Patagonia Argentina.

Una cuenta pendiente lo constituye las exportaciones, el sector porcino alcanzó en el año 2017 las 15.700 tn de carne exportadas (Anuario 2017 Minagri), este valor fue 32 % superior a lo exportado en el año 2016, si bien se nota un crecimiento significativo, todavía este valor está lejos de lo que el país debería alcanzar dada su potencialidad agroecológica para producir cerdos.

Argentina es uno de los principales productores de soja, maíz, trigo y cebada en el mundo, produjo en las últimas campañas agrícolas un promedio de 33 millones de toneladas de harina, pellets  y expeler de los cuales en promedio solo 2.5 millones de tn se destinaron a la transformación de carne en el país. En lo referente a la producción de maíz el país sólo industrializa el 13 % de las casi 40 millones de tn que se produce, a esto se le agrega la disponibilidad de agua dulce que el país posee, constituyéndolo en una de las regiones con mejor relación disponibilidad de agua dulce habitantes del mundo. Otro aspecto favorable para la producción porcina es la disponibilidad de superficie en donde en los principales países productores de cerdo de Europa (principal continente exportador de cerdos del mundo) se encuentran valores de más de 50 cerdos por km2, en Argentina el valor es de 1.5 cerdos por km2, muy poco!

Estas ventajas naturales todavía no han sido aprovechadas, para esto solo basta comparar los valores de carne exportada por los tres principales países productores de cerdo de Sudamérica en donde Brasil exportó 830 mil tn, Chile 170 mil y Argentina como se mencionó anteriormente, sólo 15.700 tn (Anuario Minagri. 2017).

Esta es la evolución  de una actividad que comenzó un camino de crecimiento y consolidación dejando atrás una historia de rentabilidades cíclicas, poca inversión en tecnología y estándares productivos muy bajos.

En el horizonte se vislumbra como desafíos seguir consolidando el mercado interno, posicionando a la carne porcina como un sustituto de la carne bovina y el desarrollo del mercado externo aprovechando las ventajas agroecológicas que este país tiene para producir cerdos.

Pero la actualidad es más dura y el sector parece haber dejado atrás los años de crecimiento y rentabilidad positiva para ingresar en una zona de alta turbulencia…la situación actual producto de una serie de factores macroeconómicos, políticos y climáticos cambiaron radicalmente el escenario de optimismo por uno de preocupación y pesimismo…

Nos vemos en el siguiente comentario........

Med. Vet. Mg. Jorge Brunori

Grupo Porcino INTA Marcos Juárez

brunori.jorge@inta.gob.ar

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